miércoles, 1 de octubre de 2008

Pataki de Ossain:









Oyá, que tenía conocimientos del mágico güiro que hablaba y predecía el futuro, urdió el plan para arrebatárselo en compañía de Shangó, quien vigiló la entrada del bosque mientras Oyá procedía al hurto. Oyá lo embriagó dejándole aguardiente, el cual es muy gustado por este orisha. Tanto fue lo que bebió que cayó en un manto de hierbas a la sombra de Iroko, la sagrada Ceiba. Mientras Oyá buscaba el güiro, Ossain se despierta y al ver a la hermosa mujer y no resistiendo, se le abalanza. Oyá comienza a gritar, pidiéndole ayuda a Shangó. Al oír la voz de su mujer, Shangó le lanza un rayo a Ossain que le arranca un brazo; éste trata de correr a una choza en que guardaba todos sus utensilios de labranza, pero Shangó le tira otro rayo que le alcanza la pierna. En el momento en que iba a esconderse, Oggún, que pasaba por ahí buscando a su amigo Ossaín, ve la situación, construye un pararrayo, no sólo para librarse de las piedras de rayo que Shangó lanzaba a diestro y siniestro, sino para proteger al pobre Ossain, que en un momento de descuido y por la ira de Shangó, pierde un ojo. Así, escondiéndose en su mundo de la naturaleza, Ossaín logra proteger su güiro mágico; él y Oggún, que tanto lo acompaña en sus momentos difíciles y que además gusta de los bosques, se hacen inseparables amigos y los dos, en perfecta armonía, cuidan de las propiedades maravillosas de hierbas, árboles, palos y de todo lo verde que vive de la sabia tierra de este planeta.

Otra versión de la apariencia de Ossaín.
Ossain le declara la guerra a Orunmila y comienza a lanzarle hechizos. Orunmila, no conociendo quien le estaba mandando brujerías consulta con Shangó quien le enseña un encantamiento con doce pedazos de algodón en llamas y doce piedras de rayo. Cuando Orunmila lo completa y comienza la invocación encendiendo los algodones, un poderoso rayo cae sobre el bosque donde se encontraba Ossain, poniendo a este entre dos fuegos. Ossain logra salvarse pero pierde un brazo, una pierna y un ojo.

No hay comentarios: