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viernes, 31 de octubre de 2008
Pataki: Shango conoce a su madre
Corriendo una de sus múltiples aventuras, shango llegó a un pueblo donde reinaba una mujer. El hechizo que ejerció sobre el dueño del trueno no se hizo esperar, por lo que comenzó a cortejarla de inmediato.
A los pocos días, en un güemilere, el orisha, que no perdía ni pie ni pisada a la hermosa soberana, le insistió para que lo llevara a su palacio.
–Ves ese azul allá lejos –dijo la mujer señalándole para el mar–, es mi casa.
Shangó accedió a acompañarla y ambos caminaron hasta la playa donde la mujer lo invitó a montar en su bote. Comenzó a remar y la embarcación se alejó rápidamente de la orilla.
–Ya no se ve la costa –dijo Shangó algo asustado.
Ella se tiró al agua y una enorme ola viró el bote. Shangó, desesperado, se aferraba a la embarcación mientras profería gritos de terror.
–Te voy a ayudar –dijo la reina al volver a la superficie–, pero tienes que respetar a tu iyá.
–Yo no sabía que usted era mi madre –respondió Shangó–, kofiadenu iyá.
–Obatalá te trajo al mundo pero yo fui quien te crió –dijo Yemaya, la hermosa reina que Shangó no había podido identificar.
Pataki : Ogbesa
Ogbesa
Ogbesá era un hombre reputado por su rectitud, buen carácter y espíritu de solidaridad con los demás. El rey, que estaba envidioso de su reputación, ideó una manera de avergonzarlo. Fue así que se le ocurrió organizar un torneo en su palacio y conceder tres premios a los ganadores. Como sabía que Ogbesá no tenía caballo, pensó que no podría competir y la gente se olvidaría de sus virtudes con la noticia de los triunfadores.
El día señalado para el torneo, Ogbesá, estaba muy triste, se fue a orillas del mar y allí se puso a comer un pedazo de pan. Como vio unos patos, se le ocurrió arrojarles unas migajas de su pan y entonces llegó Yemayá, quien al verlo tan triste y a la vez tan noble con sus animales preferidos le preguntó qué le pasaba. Ogbesá le contó y la dueña del mar le dio un caballito para que fuera al torneo. Por el camino el caballito fue creciendo.
Ogbesá llegó a tiempo al torneo y de los tres premios obtuvo dos. El rey envidioso, tuvo que reconocer la superioridad de su súbdito y le hizo moforibale.
Pataki : Shangó y el gallo.
Gallo era muy presumido y alardeaba demasiado de su potencia sexual. Un día tuvo que salir de su pueblo en busca de trabajo porque todo le iba muy mal, ya que una gran sequía azotaba la zona. Se encontró con shango, su viejo amigo, que le preguntó:
–¿Cómo van las cosas por tu pueblo?
–Aquello es magnífico –contestó Gallo–, las mujeres paren hasta cuatro veces al año, los árboles dan unos frutos inmensos, los animales engordan cada día. Hasta corre un río de dinero por las calles.
Shangó, que sabía perfectamente lo que sucedía en el pueblo y había querido poner a prueba la lealtad y sinceridad de su amigo, contestó:
–Eres un gran mentiroso. Te condeno a que nunca más sientas placer con tus mujeres.
Gallo continuó montando a las gallinas, pero como lo habían castigado, no experimentaba ninguna sensación agradable, aunque lo hacía una y otra vez, esperando quizás un perdón que nunca llegó.
NOTA:
Otra ves gracias Ricardo de Oxala amigo de mi alma por este pataki presioso y por todo lo que haces por mi ... axe amigo y que todos los Orixas colmen siempre de bendiciones tu camino ... un abrazo grande
Claudia de Oxum
Pataki: Ogberoso el cazador
Ogberoso el cazador
Ogberoso siempre andaba por el monte de cacería, en compañía de un amigo. Como su puntería era mejor cada día, aumentaba la cantidad y calidad de las piezas capturadas. Al amigo se le despertó la envidia.
Un día, aprovechando su confianza, le echó unos polvos en la cara, lo dejó ciego y luego lo abandonó en la espesura del monte.
Ogberoso anduvo vagando de un lado para otro, tropezando con las raíces de los árboles y los troncos caídos, rodando por la tierra y el fango, hasta que pudo irse acostumbrando a caminar en la maleza.
Cansado, se sentó bajo un árbol. Como conocía el lenguaje de los pájaros, oyó dos aves que conversaban animadamente sobre las virtudes de ciertas plantas.
Interesado el cazador, ahora ciego, en la charla de los animales escuchó cómo una de ellas hablaba sobre cierta hierba que era buena para la ceguera y otra que curaba las hemorroides.
A tientas, entre los altos matorrales del monte, Ogberoso, que era muy conocedor de la naturaleza, pudo identificar la planta que, según los pájaros, era buena para su mal.
Exprimió la planta sobre sus ojos y poco a poco fue recobrando la visión. Luego buscó la que era buena para curar las hemorroides, la puso en su cartera y partió de allí.
Sin saberlo, se había alejado mucho del pueblo en que vivía, por lo que siguió caminando por el primer trillo que encontró.
Al fin, llegó a un pueblo desconocido para él. Allí escuchó que el rey tenía un padecimiento que nadie le había podido curar.
Cuando el cazador supo que el padecimiento del rey era de hemorroides, se presentó en palacio y le dijo que tenía la cura para su enfermedad. El rey quedó muy agradecido y de aquí le vino a Ogberoso su suerte.
Ogberoso siempre andaba por el monte de cacería, en compañía de un amigo. Como su puntería era mejor cada día, aumentaba la cantidad y calidad de las piezas capturadas. Al amigo se le despertó la envidia.
Un día, aprovechando su confianza, le echó unos polvos en la cara, lo dejó ciego y luego lo abandonó en la espesura del monte.
Ogberoso anduvo vagando de un lado para otro, tropezando con las raíces de los árboles y los troncos caídos, rodando por la tierra y el fango, hasta que pudo irse acostumbrando a caminar en la maleza.
Cansado, se sentó bajo un árbol. Como conocía el lenguaje de los pájaros, oyó dos aves que conversaban animadamente sobre las virtudes de ciertas plantas.
Interesado el cazador, ahora ciego, en la charla de los animales escuchó cómo una de ellas hablaba sobre cierta hierba que era buena para la ceguera y otra que curaba las hemorroides.
A tientas, entre los altos matorrales del monte, Ogberoso, que era muy conocedor de la naturaleza, pudo identificar la planta que, según los pájaros, era buena para su mal.
Exprimió la planta sobre sus ojos y poco a poco fue recobrando la visión. Luego buscó la que era buena para curar las hemorroides, la puso en su cartera y partió de allí.
Sin saberlo, se había alejado mucho del pueblo en que vivía, por lo que siguió caminando por el primer trillo que encontró.
Al fin, llegó a un pueblo desconocido para él. Allí escuchó que el rey tenía un padecimiento que nadie le había podido curar.
Cuando el cazador supo que el padecimiento del rey era de hemorroides, se presentó en palacio y le dijo que tenía la cura para su enfermedad. El rey quedó muy agradecido y de aquí le vino a Ogberoso su suerte.
lunes, 27 de octubre de 2008
Pataki: Male , el Arcoiris
Male , el Arcoiris
Orula tenía una estancia y Malé, que bajaba todas las noches del cielo por una soga, se comía toda la cosecha. Enterado Orunla hizo ebó con una botella de otí, comida de todo tipo y un machete. La llevó a su finca, vino Malé, vio aquello, y comió y bebió hasta que se cansó; reposó un poquito con el propósito de irse enseguida, pero se quedó dormido. Orula aprovechó y cortó la soga con el machete. Cuando Malé despertó, ya era de día; entonces le dirigió súplicas al cielo pidiendo perdón pero ya era tarde. Desde entonces Malé, el arcoiris, está en la Tierra.
Pataki : Orula estaba muy pobre
Orula estaba muy pobre
Cuentan que en una oportunidad orula sólo tenía unos centavos en el bolsillo y no le alcanzaba ni para darle de comer a sus hijos. Compró unos ekó que repartió entre los muchachos y salió de la casa comiéndose uno y caminando lentamente, tan lento como su tristeza.
Ya cerca del árbol que había escogido para suicidarse, el sabio tiró al piso las hojas que envolvían el dulce que se había comido. Colgó una soga de las ramas del árbol y entonces oyó que un pájaro le decía:
–Orula, mira qué sucedió con las hojas que envolvían el ekó. El hombre volvió el rostro y pudo ver que otro babalawo se estaba comiendo los restos del dulce que permanecían adheridos a la envoltura que él botara al piso.
–Y sin embargo –agregó el pájaro–, no ha pensado quitarse la vida.
Iboru , Iboya ,Ibochiche
Olofin había llamado uno a uno a los babalawos para preguntarles dos cosas. Como ninguno le había adivinado lo que él quería, los fue apresando y afirmó que si no eran capaces de adivinar, los iba pasar a todos por las armas.
El último que mandó a llamar fue a orula, el que enseguida se puso en marcha, sin saber qué estaba sucediendo.
En el camino Orula se encontró con una muchacha que estaba cortando leña y le preguntó cómo se llamaba, a lo que ella le contestó que Iború. La muchacha le dijo a Orula que lo importante era ver parir la cepa de plátano. Orula le regaló una adié y owó.
Más adelante Orula dio con otra muchacha que estaba lavando en el río la que dijo llamarse Iboyá, y le contó que Olofin tenía presa a mucha gente. Orula la obsequió con los mismos regalos que a la anterior.
Por último, Orula encontró en el camino hacia casa de Olofin, a muchacha llamada Ibochiché y ella le contó que Olofin quería casar a su hija. También le dio una adié y owo.
Cuando llegó al palacio, Olofin le dijo que lo había llamado para que él le adivinara unas cosas.
–¿Qué tengo en ese cuarto? –preguntó Olofin.
–Tienes una mata de plátano que está pariendo –contestó
–¿Y qué yo quiero que tú me adivines?
–Que quieres casar a tu hija y por no adivinarte tienes prisioneros a mis hijos.
Olofin sorprendido mandó a soltar a los babalawos presos y gratificó a Orula.
Cuando el sabio se iba, Olofin le dijo: “mogdupué”. Y Orula repuso que desde aquel día él prefería que le dijera: “Iború, Iboyá, Ibochiché.”
Orula somete a Iku
El pueblo hablaba mal de ORULA y le deseaba la muerte, pero Orula, que es adivino, se había visto la suerte en el tablero con sus dieciséis nueces y había decidido que tenía que hacer una ceremonia de rogación con un ñame, y luego, con los pelos de la vianda, untarse la cara. Fue por eso que cuando Iku vino por primera vez preguntando por Orula, él mismo le dijo que allí no vivía ningún Orula y la Muerte se fue.
Ikú estuvo averiguando por los alrededores y se dio cuenta de que Orula lo había engañado, por lo que regresó con cualquier pretexto, para observarlo de cerca, hasta tener la certeza de que se trataba del sujeto que estaba buscando para llevarse.
Orula, cuando la vio regresar, ni corto ni perezoso, la invitó a comer y le sirvió una gran cena con abundante bebida.
Tanto comió y bebió Ikú, que cuando hubo concluido se quedó dormida. Fue la oportunidad que aprovechó Orula para robarle la mandarria con que Ikú mataba a la gente.
Al despertar, Ikú notó que le faltaba la mandarria. Al pensar que sin este instrumento ella no era nadie, le imploró a Qrula que se la devolviera.
Después de mucho llorar, Qrula le dijo que se la devolvería si prometía que no mataría a ninguno de sus hijos, a menos que él lo autorizara. Desde entonces la Muerte se cuida mucho de llevarse al que tiene puesto un idé de Orula.
El pueblo hablaba mal de ORULA y le deseaba la muerte, pero Orula, que es adivino, se había visto la suerte en el tablero con sus dieciséis nueces y había decidido que tenía que hacer una ceremonia de rogación con un ñame, y luego, con los pelos de la vianda, untarse la cara. Fue por eso que cuando Iku vino por primera vez preguntando por Orula, él mismo le dijo que allí no vivía ningún Orula y la Muerte se fue.
Ikú estuvo averiguando por los alrededores y se dio cuenta de que Orula lo había engañado, por lo que regresó con cualquier pretexto, para observarlo de cerca, hasta tener la certeza de que se trataba del sujeto que estaba buscando para llevarse.
Orula, cuando la vio regresar, ni corto ni perezoso, la invitó a comer y le sirvió una gran cena con abundante bebida.
Tanto comió y bebió Ikú, que cuando hubo concluido se quedó dormida. Fue la oportunidad que aprovechó Orula para robarle la mandarria con que Ikú mataba a la gente.
Al despertar, Ikú notó que le faltaba la mandarria. Al pensar que sin este instrumento ella no era nadie, le imploró a Qrula que se la devolviera.
Después de mucho llorar, Qrula le dijo que se la devolvería si prometía que no mataría a ninguno de sus hijos, a menos que él lo autorizara. Desde entonces la Muerte se cuida mucho de llevarse al que tiene puesto un idé de Orula.
Pataki : Orula le hace trampa a Olofin
Orula le hace trampa a Olofin
Orula apostó con Olofin a que el maíz tostado paría. Olofin estaba seguro de que ello era imposible, por lo que aceptó la apuesta en el convencimiento de que la ganaría. Pero Orula llamó a Eleguá y a Shangó y se puso de acuerdo con ellos para ganarle la apuesta a Olofin.
El día acordado, Orula acudió con un saco de maíz tostado y lo sembró en el terreno escogido por Olofin. Después, ambos se fueron para el palacio de Olofin a esperar el tiempo necesario. Esa noche Shangó hizo tronar en el cielo y ayudado por la luz de los relámpagos, Eleguá cambió todos los granos por otros en perfecto estado.
Pasaron los días y una mañana Olofin le dijo a Orula que irían a ver si su dichoso maíz tostado había parido o no. Como ya los granos que Eleguá había puesto comenzaban a germinar, Olofin se quedó muy sorprendido y tuvo que pagarle lo apostado a Orula, el que luego, en secreto, lo compartió con Shangó y Eleguá.
Pataki enviado por Ricardo de Oxala para todos nosotros ,,,, GRACIAS
Orula apostó con Olofin a que el maíz tostado paría. Olofin estaba seguro de que ello era imposible, por lo que aceptó la apuesta en el convencimiento de que la ganaría. Pero Orula llamó a Eleguá y a Shangó y se puso de acuerdo con ellos para ganarle la apuesta a Olofin.
El día acordado, Orula acudió con un saco de maíz tostado y lo sembró en el terreno escogido por Olofin. Después, ambos se fueron para el palacio de Olofin a esperar el tiempo necesario. Esa noche Shangó hizo tronar en el cielo y ayudado por la luz de los relámpagos, Eleguá cambió todos los granos por otros en perfecto estado.
Pasaron los días y una mañana Olofin le dijo a Orula que irían a ver si su dichoso maíz tostado había parido o no. Como ya los granos que Eleguá había puesto comenzaban a germinar, Olofin se quedó muy sorprendido y tuvo que pagarle lo apostado a Orula, el que luego, en secreto, lo compartió con Shangó y Eleguá.
Pataki enviado por Ricardo de Oxala para todos nosotros ,,,, GRACIAS
Pataki : Oshun y Orula
Oshun (Oxum Ochum) y Orula :
El rey mandó buscar a orula , el babalawo más famoso de su comarca, pero el olúo se negó a ir. Así sucedió varias veces, hasta que un día Oshun se ofreció par ir a buscar al adivino.
Se apareció de visita en la casa del babalawo, y como de conversación en conversación se le hizo tarde, le pidió que la dejara dormir en su cama aquella noche.
Por la mañana, se despertó muy temprano y puso el ékuele y el iyefá en su pañuelo.
Cuando el babalawo se despertó y tomó el desayuno que le había preparado Oshún, ella le anunció que ya se tenía que marchar. Pero el hombre se había prendado de la hermosa mulata y consintió en acompañarla un trecho del camino.
Caminando y conversando con la seductora mujer, ambos llegaron a un río. Allí el babalawo le dijo que no podía continuar, pues cruzar debía consultar con el ékuele para saber si debía hacerlo o no. Entonces Qshún le enseñó lo que había traído en el pañuelo y el adivino, ya completamente convencido de que debía seguir a la diosa, pudo cruzar el río y llegar hasta el palacio del rey que lo esperaba impacientemente.
El rey, que desde hacía mucho estaba preocupado por las actividades de sus enemigos políticos, quería preguntar si habría guerra o no en su país, y en caso de haberla, quién sería el vencedor y cómo podría identificar a los que le eran leales.
El adivino tiró el ékuele y le dijo al rey que debía ofrendar dos eyelé y oú. Luego de limpiarlo con las palomas, fue a la torre más alta del palacio y regó el algodón en pequeños pedazos; finalmente le dijo que no tendría problemas, porque saldría victorioso de la guerra civil que se avecinaba, pero que debía fijarse en todos sus súbditos, pues aquellos que tenían algodón en la cabeza le eran fieles.
De esta manera Obegueño, que así se llamaba el rey, gobernó en aquel país hasta el día de su muerte.
Gracias Richar por tu aporte invaluable. Axe amigo.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Pataki : Iku y Ogum
Cuando Olofin confió su gobierno a Ikú y Oggún, no se conocían las enfermedades ni los sufrimientos.
Un día en que los jóvenes organizaron una fiesta, uno de ellos compró otí y le brindó a Oggún que bebió hasta emborracharse.
El dueño de la forja y los metales se acostó a dormir. Al rato, llegó Ikú que debía consultarle unos problemas urgentes y quiso despertarlo. Oggún furioso le cortó una mano a su compañero con el machete. La sangre corrió por todas partes. Todo aquel que la pisó se enfermó gravemente.
Fue así que se conoció la enfermedad en la Tierra.
Patakí: Iku
Al comienzo del mundo no se conocía la Muerte. Un día los jóvenes se quejaron a Olofin de que había tanta gente que no alcanzaban los alimentos para todos. Olofin llamó a Oyá y le pidió que llevara a Ikú a la Tierra, pero esta no estuvo de acuerdo, pues no cría justo que los hombres la odiaran y le pidió que la relevara de semejante misión.
Entonces Olofin entendiendo que tanto los jóvenes como la Orisha tenían razón, le dijo:
–Bueno, eso podemos arreglarlo, primero enviaré a Babalú Ayé para que lleve a Arun(enfermedad) a la Tierra y cuando los hombres se enfermen, tú les llevarás a Ikú.
jueves, 9 de octubre de 2008
LEYENDA DE OBI
Obi era un santo muy presumido y vanidoso. Un día Olofi dio una fiesta en el templo a la cual fueron todos los Orishas. Al llegar Obi, toda la gente fue a saludarlo y a pedirle dinero, como lo hacían con los que iban llegando. Pero Obi los rechazó y no quiso que lo tocaran. En el interior del templo, los Orishas se iban sentando en el suelo, Obi no se sentó por temor a ensuciarse. Fue tanta su vanidad y su orgullo que las quejas llegaron a oídos de Olofi, quiso constatarlo por sus propios ojos, así que organizó otra fiesta, y se disfrazó de mendigo para que Obi no lo reconociera. Cuando fue a entrar, salió a su paso y con un gesto humilde fue a saludarlo. Obi, lo reconoció quedando tan sorprendido que perdió el habla. Entonces, Olofi, Le dijo que le devolvería el habla pero que solo podría hablar sería en el suelo, como castigo por ser tan orgulloso y vanidoso. Por eso, el coco se tira al suelo y habla con dos caras.
E s bueno recordarles que cada espacio de tiempo vivido por nuestros orishas esta representado por una historia (pataki) o refran, que son los que le dan el significado a nuestras interpretaciones del diloggun
martes, 7 de octubre de 2008
Como Oxum Criou O Candomblé:
Foi de Oxum a delicada missão dada por Olorum de religar o orum (o céu) ao aiê (a terra) quando da
separação destes pela displicência dos homens. Tamanho foi o aborrecimento dos orixás em não poder
mais conviver com os humanos que Oxum veio ao aiê (a terra) prepará-los para receber os deuses em seus
corpos. Juntou as mulheres, banhou-as com ervas, raspou e adornou suas cabeças com pena de Ecodidé
(um pássaro sagrado), enfeitou seus colos com fios de contas coloridas, seus pulsos com idés (pulseiras),
enfim as fez belas e prontas para receberem os orixás. E eles vieram. Dançaram e dançaram ao som dos
atabaques e xequerês. Para alegria dos orixás e dos humanos estava inventado o Candomblé.
separação destes pela displicência dos homens. Tamanho foi o aborrecimento dos orixás em não poder
mais conviver com os humanos que Oxum veio ao aiê (a terra) prepará-los para receber os deuses em seus
corpos. Juntou as mulheres, banhou-as com ervas, raspou e adornou suas cabeças com pena de Ecodidé
(um pássaro sagrado), enfeitou seus colos com fios de contas coloridas, seus pulsos com idés (pulseiras),
enfim as fez belas e prontas para receberem os orixás. E eles vieram. Dançaram e dançaram ao som dos
atabaques e xequerês. Para alegria dos orixás e dos humanos estava inventado o Candomblé.
Como Oxum Conseguiu Participar Das Reuniões Dos Orixás Masculinos
Logo que todos os Orixás chegaram à terra, organizavam
reuniões das quais mulheres não podiam participar. Oxum,
revoltada por não poder participar das reuniões e das
deliberações, resolve mostrar seu poder e sua importância
tornando estéreis todas as mulheres, secando as fontes,
tornando assim a terra improdutiva. Olorum foi procurado
pelos Orixás que lhe explicaram que tudo ia mal na terra,
apesar de tudo que faziam e deliberavam nas reuniões.
Olorum perguntou a eles se Oxum participava das reuniões, foi
quando os Orixás lhe disseram que não. Explicou-lhes então,
que sem a presença de Oxum e do seu poder sobre a
fecundidade, nada iria dar certo. Os Orixás convidaram Oxum
para participar de seus trabalhos e reuniões, e depois de muita
insistência, Oxum resolve aceitar. Imediatamente as mulheres
tornaram-se fecundas e todos os empreendimentos e projetos
obtiveram resultados positivos. Oxum é chamada Iyalodê
(Iyáláòde), título conferido à pessoa que ocupa o lugar mais
importante entre as mulheres da cidade.
reuniões das quais mulheres não podiam participar. Oxum,
revoltada por não poder participar das reuniões e das
deliberações, resolve mostrar seu poder e sua importância
tornando estéreis todas as mulheres, secando as fontes,
tornando assim a terra improdutiva. Olorum foi procurado
pelos Orixás que lhe explicaram que tudo ia mal na terra,
apesar de tudo que faziam e deliberavam nas reuniões.
Olorum perguntou a eles se Oxum participava das reuniões, foi
quando os Orixás lhe disseram que não. Explicou-lhes então,
que sem a presença de Oxum e do seu poder sobre a
fecundidade, nada iria dar certo. Os Orixás convidaram Oxum
para participar de seus trabalhos e reuniões, e depois de muita
insistência, Oxum resolve aceitar. Imediatamente as mulheres
tornaram-se fecundas e todos os empreendimentos e projetos
obtiveram resultados positivos. Oxum é chamada Iyalodê
(Iyáláòde), título conferido à pessoa que ocupa o lugar mais
importante entre as mulheres da cidade.
Lenda de Nana
Como Nanã Ajudou na Criação do Homem:
Dizem que quando Olorum encarregou Oxalá de fazer o mundo e modelar o ser humano, o Orixá tentou
vários caminhos. Tentou fazer o homem de ar, como ele. Não deu certo, pois o homem logo se desvaneceu.
Tentou fazer de pau, mas a criatura ficou dura. De pedra, mas ainda a tentativa foi pior. Fez de fogo e o
homem se consumiu. Tentou azeite, água e até vinho de palma, e nada. Foi então que Nanã veio em seu
socorro e deu a Oxalá a lama, o barro do fundo da lagoa onde morava ela, a lama sob as águas, que é
Nanã. Oxalá criou o homem, o modelou no barro. Com o sopro de Olorum ele caminhou. Com a ajuda dos
Orixá povoou a Terra. Mas tem um dia que o homem tem que morrer. O seu corpo tem que voltar à terra,
voltar à natureza de Nanã. Nanã deu a matéria no começo mas quer de volta no final tudo o que é seu.
Dizem que quando Olorum encarregou Oxalá de fazer o mundo e modelar o ser humano, o Orixá tentou
vários caminhos. Tentou fazer o homem de ar, como ele. Não deu certo, pois o homem logo se desvaneceu.
Tentou fazer de pau, mas a criatura ficou dura. De pedra, mas ainda a tentativa foi pior. Fez de fogo e o
homem se consumiu. Tentou azeite, água e até vinho de palma, e nada. Foi então que Nanã veio em seu
socorro e deu a Oxalá a lama, o barro do fundo da lagoa onde morava ela, a lama sob as águas, que é
Nanã. Oxalá criou o homem, o modelou no barro. Com o sopro de Olorum ele caminhou. Com a ajuda dos
Orixá povoou a Terra. Mas tem um dia que o homem tem que morrer. O seu corpo tem que voltar à terra,
voltar à natureza de Nanã. Nanã deu a matéria no começo mas quer de volta no final tudo o que é seu.
LENDA DE YEMANJÁ
Yemanjá teve muitos problemas com os filhos. Ossain, o mago, saiu de casa muito jovem e foi viver na
mata virgem estudando as plantas. Contra os conselhos da mãe, Oxossi bebeu uma poção dada por Ossain
e, enfeitiçado, foi viver com ele no mato. Passado o efeito da poção, ele voltou para casa mas Yemanjá,
irritada, expulsou-o. Então ogum a censurou por tratar mal o irmão. Desesperada por estar em conflito com
os três filhos, Yemanjá chorou tanto que se derreteu e formou um rio que correu para o mar.
Yemanjá foi casada com Okere. Como o marido a maltratava, ela resolveu fugir para a casa do pai Olokum.
Okere mandou um exército atrás dela mas, quando estava sendo alcançada, Yemanjá se transformou num
rio para correr mais depressa. Mais adiante, Okere a alcançou e pediu que voltasse; como Yemanjá não
atendeu, ele se transformou numa montanha, barrando sua passagem. Então Yemanjá pediu ajuda a Xangô; o orixá do fogo juntou muitas nuvens e, com um raio, provocou uma grande chuva, que encheu o
rio; com outro raio, partiu a montanha em duas e Yemanjá pôde correr para o mar.
Exu, seu filho, se encantou por sua beleza e tomou-a a força, tentando violentá-la. Uma grande luta se deu,
e bravamente Yemanjá resistiu à violência do filho que, na luta, dilacerou os seios da mãe. Enlouquecido e
arrependido pelo que fez, Exu “saiu no mundo” desaparecendo no horizonte. Caída ao chão, Yemanjá entre
a dor, a vergonha, a tristeza e a pena que teve pela atitude do filho, pediu socorro ao pai Olokum e ao
criador Olorum. E, dos seus seios dilacerados, a água, salgada como a lágrima, foi saindo dando origem
aos mares. Exu, pela atitude má, foi banido para sempre da mesa dos orixás, tendo como incumbência
eterna ser o guardião, não podendo juntar-se aos outros na corte.
Por isso Yemanjá é representada na imagem com grandes seios, simbolizando a maternidade e a
fecundidade.
mata virgem estudando as plantas. Contra os conselhos da mãe, Oxossi bebeu uma poção dada por Ossain
e, enfeitiçado, foi viver com ele no mato. Passado o efeito da poção, ele voltou para casa mas Yemanjá,
irritada, expulsou-o. Então ogum a censurou por tratar mal o irmão. Desesperada por estar em conflito com
os três filhos, Yemanjá chorou tanto que se derreteu e formou um rio que correu para o mar.
Yemanjá foi casada com Okere. Como o marido a maltratava, ela resolveu fugir para a casa do pai Olokum.
Okere mandou um exército atrás dela mas, quando estava sendo alcançada, Yemanjá se transformou num
rio para correr mais depressa. Mais adiante, Okere a alcançou e pediu que voltasse; como Yemanjá não
atendeu, ele se transformou numa montanha, barrando sua passagem. Então Yemanjá pediu ajuda a Xangô; o orixá do fogo juntou muitas nuvens e, com um raio, provocou uma grande chuva, que encheu o
rio; com outro raio, partiu a montanha em duas e Yemanjá pôde correr para o mar.
Exu, seu filho, se encantou por sua beleza e tomou-a a força, tentando violentá-la. Uma grande luta se deu,
e bravamente Yemanjá resistiu à violência do filho que, na luta, dilacerou os seios da mãe. Enlouquecido e
arrependido pelo que fez, Exu “saiu no mundo” desaparecendo no horizonte. Caída ao chão, Yemanjá entre
a dor, a vergonha, a tristeza e a pena que teve pela atitude do filho, pediu socorro ao pai Olokum e ao
criador Olorum. E, dos seus seios dilacerados, a água, salgada como a lágrima, foi saindo dando origem
aos mares. Exu, pela atitude má, foi banido para sempre da mesa dos orixás, tendo como incumbência
eterna ser o guardião, não podendo juntar-se aos outros na corte.
Por isso Yemanjá é representada na imagem com grandes seios, simbolizando a maternidade e a
fecundidade.
Como Oxalá Aprendeu a Produzir a Cor Branca
Certa vez, quando os orixás estavam reunidos, oxalá deu um tapa em exu e o jogou no chão todo
machucado; mas no mesmo instante exu se levantou, já curado. Então oxalá bateu em sua cabeça e exu
ficou anão; mas se sacudiu e voltou ao normal. Depois oxalá sacudiu a cabeça de exu e ela ficou enorme;
mas exu esfregou a cabeça com as mãos e ela ficou normal. A luta continuou, até que exu tirou da própria
cabeça uma cabacinha; dela saiu uma fumaça branca que tirou as cores de oxalá. oxalá se esfregou, como
exu fizera, mas não voltou ao normal; então, tirou da cabeça o próprio axé e soprou-o sobre exu, que ficou
dócil e lhe entregou a cabaça, que oxalá usa para fazer os brancos.
machucado; mas no mesmo instante exu se levantou, já curado. Então oxalá bateu em sua cabeça e exu
ficou anão; mas se sacudiu e voltou ao normal. Depois oxalá sacudiu a cabeça de exu e ela ficou enorme;
mas exu esfregou a cabeça com as mãos e ela ficou normal. A luta continuou, até que exu tirou da própria
cabeça uma cabacinha; dela saiu uma fumaça branca que tirou as cores de oxalá. oxalá se esfregou, como
exu fizera, mas não voltou ao normal; então, tirou da cabeça o próprio axé e soprou-o sobre exu, que ficou
dócil e lhe entregou a cabaça, que oxalá usa para fazer os brancos.
Leyenda : Como Oxalá se Tornou o Pai da Criação
Iemanjá, a filha de olokum, foi escolhida por olorum para ser a mãe dos orixás. como ela era muito bonita,
todos a queriam para esposa; então, o pai foi perguntar a orumilá com quem ela deveria casar. orumilá
mandou que ele entregasse um cajado de madeira a cada pretendente; depois, eles deveriam passar a
noite dormindo sobre uma pedra, segurando o cajado para que ninguém pudesse pegá-lo. na manhã
seguinte, o homem cujo cajado estivesse florido seria o escolhido por orumilá para marido de iemanjá. os
candidatos assim fizeram; no dia seguinte, o cajado de oxalá estava coberto de flores brancas, e assim ele
se tornou pai dos orixás.
todos a queriam para esposa; então, o pai foi perguntar a orumilá com quem ela deveria casar. orumilá
mandou que ele entregasse um cajado de madeira a cada pretendente; depois, eles deveriam passar a
noite dormindo sobre uma pedra, segurando o cajado para que ninguém pudesse pegá-lo. na manhã
seguinte, o homem cujo cajado estivesse florido seria o escolhido por orumilá para marido de iemanjá. os
candidatos assim fizeram; no dia seguinte, o cajado de oxalá estava coberto de flores brancas, e assim ele
se tornou pai dos orixás.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Pataki de Ossain:

Oyá, que tenía conocimientos del mágico güiro que hablaba y predecía el futuro, urdió el plan para arrebatárselo en compañía de Shangó, quien vigiló la entrada del bosque mientras Oyá procedía al hurto. Oyá lo embriagó dejándole aguardiente, el cual es muy gustado por este orisha. Tanto fue lo que bebió que cayó en un manto de hierbas a la sombra de Iroko, la sagrada Ceiba. Mientras Oyá buscaba el güiro, Ossain se despierta y al ver a la hermosa mujer y no resistiendo, se le abalanza. Oyá comienza a gritar, pidiéndole ayuda a Shangó. Al oír la voz de su mujer, Shangó le lanza un rayo a Ossain que le arranca un brazo; éste trata de correr a una choza en que guardaba todos sus utensilios de labranza, pero Shangó le tira otro rayo que le alcanza la pierna. En el momento en que iba a esconderse, Oggún, que pasaba por ahí buscando a su amigo Ossaín, ve la situación, construye un pararrayo, no sólo para librarse de las piedras de rayo que Shangó lanzaba a diestro y siniestro, sino para proteger al pobre Ossain, que en un momento de descuido y por la ira de Shangó, pierde un ojo. Así, escondiéndose en su mundo de la naturaleza, Ossaín logra proteger su güiro mágico; él y Oggún, que tanto lo acompaña en sus momentos difíciles y que además gusta de los bosques, se hacen inseparables amigos y los dos, en perfecta armonía, cuidan de las propiedades maravillosas de hierbas, árboles, palos y de todo lo verde que vive de la sabia tierra de este planeta.
Otra versión de la apariencia de Ossaín.
Ossain le declara la guerra a Orunmila y comienza a lanzarle hechizos. Orunmila, no conociendo quien le estaba mandando brujerías consulta con Shangó quien le enseña un encantamiento con doce pedazos de algodón en llamas y doce piedras de rayo. Cuando Orunmila lo completa y comienza la invocación encendiendo los algodones, un poderoso rayo cae sobre el bosque donde se encontraba Ossain, poniendo a este entre dos fuegos. Ossain logra salvarse pero pierde un brazo, una pierna y un ojo.
PataKi de Yewa

Yewá vivía aislada en el castillo de su padre, Odudua , quien la adoraba por ser muy hermosa y virtuosa. Cuando Shango escuchó de las cualidades de Yewa, las cuales eran su virginidad y frigidez, apostó que podría seducirla. Ella arreglaba las flores del jardín de Oddua. Un día estando en la ventana, vio a Shangó, del cual se enamoró perdidamente. Cuando Oddua se enteró montó en cólera y Yewa le rogó que la mandara a un lugar donde no pudiera ser vista por ningún hombre. Así fue como Oddua la hizo reina de los muertos y desde ese momento ella vive con los muertos y le entrega los cadáveres a Oya.
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